Como ya te he contado aquí el cole de mis peques es un poco diferente.
Ayer teníamos una reunión pedagógica y cuando llegamos, nos dijeron que no nos iban a explicar de qué iba la reunión hasta más adelante. Y que primero íbamos a hacer una dinámica de grupo.
Se trataba de que Carol, una de las acompañantes, daba una palmada y a partir de ahí, teníamos que empezar a contar a partir de uno. Cada uno podía decir un número o más, pero lo que teníamos que intentar era que dos personas no dijeran el mismo número a la vez. Esto era algo complicado porque no sabes cuándo va a decir un número otra persona. Si dos personas decían el mismo número, entonces, Carol, volvía a dar una palmada y volvíamos a empezar desde uno. Lo intentamos varias veces y a lo más que llegamos fue a contar hasta 17.
Cuando terminamos con esto nos explicaron que iban a hacer dos grupos de personas y que unos iban a salir fuera y luego nos explicarían qué teníamos que hacer. Alexia, otra de las acompañantes fue tocando a algunas personas en el hombro y esas eran las que tenían que salir fuera con ellas. A mí me tocó quedarme dentro con Carol.
Carol nos explicó que iba a ser una dinámica basada en 5 de los 13 errores en la escucha activa de Antonio Guijarro. Esto significaba que a los que estaban fuera les iban a pedir que cuando entraran nos contaran una historia y que dentro ya les dirían sobre qué tema.
A los que estábamos dentro nos dijeron que al contar la primera historia, que iba a ser sobre un viaje y que nosotros teníamos que indagar e interrogar.
La segunda historia tenía que ser sobre un conflicto que había tenido con su hijo/a y nosotros teníamos que decirle lo que tenía que haber hecho.
En la tercera conversación tenían que contarnos cosas sobre la ropa que llevaban y dónde la habían comprado y nosotros teníamos que decir que nos encantaba o que no nos gustaba nada, pero dar nuestra opinión.
En la cuarta conversación tenían que hablarnos de un miedo y nosotros teníamos que decir que no era para tanto.
La quinta y última conversación era sobre algo malo que les había pasado con su hijo en el médico y nosotros teníamos que decir que nos había pasado algo parecido, pero lo nuestro muchísimo peor.
Después de la dinámica nos sentamos y les preguntaron a los que habían contado las historias cómo se habían sentido. Algunos dijeron que se habían sentido muy escuchados. Una de las chicas dijo que ella no se había sentido a gusto, pero en general la gente estaba contenta. Esto es porque son cosas que hacemos normalmente y lo tenemos normalizado.
Cuando les explicaron a los que habían estado fuera lo que había ocurrido, entendieron algunas de las cosas que habían pasado en las conversaciones, pero de las que no habían sido conscientes durante la conversación.
Nos estuvieron explicando que cuando alguien nos está contando algo, cuando interrumpimos y contamos algo nuestro, ponemos el foco sobre nosotros y cogemos el protagonismo de la conversación. También que parece que tenemos que arreglar los problemas de los demás y que la mayoría de las veces la persona que nos cuenta algo, no quiere soluciones, sólo quiere contarlo.
Esta dinámica me gustó mucho. Me recordó a prácticas que había hecho en otros cursos sobre Inteligencia Emocional.
El último ejercicio que hicimos fue andando por la sala descalzos y poniendo nuestra atención en la vista sólo o en nuestros pies, en lo que sentíamos. Y después de alternar una y otra, poner nuestra atención en las dos: en la vista y en los piés.
Al final estuvimos hablando de lo que habíamos sentido. Había personas que decían que sólo podían poner la atención en una cosa, que cuando tenían que enfocarse en las dos, no podían. Otra persona dijo que al sentir sólo la sensación de los piés estaba bien, pero al tener que enfocar también la mirada había empezado con juicios hacia los demás, por ejemplo mirando los calcetines de los demás.
Bueno, después de las tres dinámicas nos sentamos y estuvimos hablando y reflexionando sobre estas cosas y sobre otras que fueron surgiendo durante la conversación.
La verdad es que es increíble que las reuniones del cole sean así. Me parece maravilloso poder hablar y reflexionar sobre este tipo de cosas, aunque no hablemos del día a día de los peques. Pero poder hacer estos ejercicios de reflexión que nos enseñan tanto, haciéndonos que nos pongamos en el lugar de los peques, me parecen muy enriquecedores. Al salir de la reunión estábamos todos hablando de lo importante que es ser conscientes de estas cosas. ¿A ti qué te parece? ¿Cómo son las reuniones del cole de tu peque?
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